Vais a discutir… hacedlo bien

argument-238529_1920
¡¡Yo tengo razón!!

La frase del título es de mi querida Cristina de Arespacochaga, super psicóloga especialista en neuropsicología infantil, mamá y amiga, y me llegó a lo más profundo.

Estábamos hablando de que había discutido con mi marido delante de los niños y que me sentía culpable por hacerlo. Y me lo dijo, tal cual, sin edulcorantes… “Sí, vas a discutir delante de ellos. Es inevitable. Pero, como lo vas a hacer, hazlo bien”.

Y claro… la culpa y la autocrítica autofustigación te viene de serie con el carnet de madre… y yo me sentía como me sentía. ¡Qué liberación!

Definamos hacerlo bien

Resulta que solemos escudar a los niños de lo “feo” de la vida, les protegemos tanto que erramos al ocultarles que la vida también tiene conflictos y les dejamos sin ver y aprender cómo se resuelven los conflictos ¡CON AMOR! Sin faltas de respeto, buscando soluciones, pidiendo PERDÓN si fallamos, en definitiva, siendo adultos razonables y maduros.

Ellos observan todo lo que hacemos… somos sus modelos a seguir, pero también somos humanos. Mostrémosles cómo gestionamos nuestras frustraciones y enfados de una forma positiva que les pueda ayudar el día de mañana cuando tengan que enfrentarse a un conflicto con un compañero de la escuela, alguien en el trabajo, su pareja… ¡¡convierte estas discusiones en momentos de aprendizaje!!

Y tú, ¿has discutido delante de tus hijos? ¿Cómo te sentiste? Cuéntame

¡Os animo a seguir a Cristina en Instagram y a descubrir más acerca de su visión única de la maternidad y la psicología!

grenade-3087912_1920
Así no.

Cámaras para niños

Hace tiempo que tenía ganas de escribir un post acerca de las cámaras digitales para niños… porque hace un año compramos una cámara para Mr A y la experiencia ha sido súper positiva.

Cuando miras las opciones que hay en el mercado, encontrarás que hay cámaras “especiales” para niños, la mayoría de estas cámaras tienen una calidad poco deseable porque se centran mucho en ponerle un software kid-friendly con muchas chorradas de marcos para las imágenes y cositas varias que los pequeños no van a usar y que van a distraerles de la fotografía en sí.

Después de dedicarle mucho tiempo a ver y dilucidar qué tipo de cámaras había me decidí por la Nikon S33, que ha pasado a ser sustituida por la Nikon W100, cambian varias cosas de un modelo a otro y la mayoría de los cambios no incluyen cosas que vayan a aprovechar los más pequeños de la casa… por otro lado, aún pululan algunas Nikon S33 por las tiendas online de segunda mano, lo que os permitirá ahorrar dinero a la hora de comprarla.

Otra opción también muy válida es darles un teléfono viejo, pero a mí me daba un qué-sé-yo hacer eso, así que me decanté por una cámara que es solo eso, una cámara.

Os cuento un poco de nuestra experiencia después de un año de uso… Mr A llevaba tiempo mostrando interés por la fotografía, haciendo miles de fotos con mi móvil en cuanto me daba la vuelta así que por su cuarto cumpleaños le compramos una cámara.

El aparatejo ha sufrido muchos abusos por parte de mi hijo, se ha mojado (es sumergible hasta 30m), ha ido a la playa (es resistente a la arena) y se habrá caído unas 80.000 veces. Y sobrevive. ¡¡Nos gustó tanto la experiencia con la cámara que este año le ha caído una a Ms E!!

 

IMG_1591
Paseando por El Retiro…

 

Ventajas:

⁃ Ni que decir tiene que es más dura que una piedra. Resiste todo: agua, golpes hasta de 2m de altura, arena y dicen que nieve (esto último no lo he probado aún).
⁃ Es súper fácil de manejar.
⁃ Es una cámara de verdad. Toma unas fotos con muy buena calidad, enfoca rápido y el flash funciona muy bien. Se nota que han invertido los recursos donde deben y no en tonterías.

Inconvenientes:

⁃ El precio. Desde luego es el gran inconveniente de esta cámara. Las dos las hemos comprado de segunda mano porque nos parecía un exceso gastarnos tanto dinero en una cámara para niños.
⁃ La batería dura menos de lo deseable, por lo que acabas teniendo que cargarla con cierta frecuencia.
⁃ Los vídeos son reguleros. La calidad de los vídeos deja mucho que desear en comparación con la calidad de las fotos… son apañados pero no destacan en absoluto por su calidad, es más, hubiera preferido que hubieran prescindido de esta funcionalidad.

En próximos posts os contaré cosas divertidas que podéis hacer con ella para que os animéis a adentraros en el mundo de la fotografía con vuestros niños.

 IMG_1593

IMG_1592
Fotografiando la piedra lunar en la Nasa (Robledo de Chavela)

Pitter-Patter, lecciones de vida

Si nos seguís en redes sociales habréis visto que hace unos días tuvimos la visita de un pajarito que había nacido en nuestro jardín.

Pitter-Patter, al que nombramos por la onomatopeya inglesa que hacía al corretear por nuestro salón, ha muerto esta mañana a patas de nuestras perrita Chloe.

La verdad es que este bichito nos ha proporcionado muchas oportunidades de aprendizaje, tanto a pequeños como a mayores. Los mayores hemos aprendido que a los pajaritos que tienen algo de plumaje no hay que darles de beber agua (que se ahogan), ni alimentarles con pan con leche como hacíamos de pequeños (terrible para sus tripitas), sino que debemos ofrecerles huevo duro picado y semillas e intentar descubrir de qué pajarito se trata (colirrojo tizón, en nuestro caso).

Los pequeños han aprendido lecciones de vida súper importantes, desde el nacimiento hasta la muerte. Han observado su nido con y sin pajarito, han visto cómo la madre cuidaba del pajarito y cómo se comunicaban con sus cantos, y cómo le llevaba gusanitos (era insectívoro). También han visto al pajarito corriendo y aprendiendo a volar, cómo revoloteaba por el jardín y han afianzado su respeto hacia los animales. Y ya, en su muerte, han estado haciendo preguntas sobre la madre (si está triste), han querido saber si Chloe es mala o no, y hemos aprovechado para hablar sobre el instinto de los animales. Luego hemos llevado el cuerpecito de nuestro amigo a que descansara bajo un árbol desde donde seguirá el ciclo de la vida.

Hoy es un día triste para mí, me había acostumbrado a verle revoloteando y piando por el jardín. Esperemos que el año que viene, si anidan de nuevo, tengamos más suerte con nuestro amiguito alado.

Hackeando la cocinita

Desde que compré la cocinita de IKEA hace casi tres años (!!!) tenía intención de tunearla y hacerla un poco más personalizada… y sobre todo ponerle una trasera porque siempre se nos caían las comiditas por ahí. 

Pues a lo largo de estos tres años me dedicaba dos segundos al mes de media a pensar en qué hacer con ella y así fue como descubrí el chalk paint.  Ya sé que no os revelo nada nada nuevo si os digo que esta pintura es lo más. Me decidí por ella porque no requiere imprimación (¡yuhu! ¡un paso menos para súper vagas como yo!) y queda con un look vintage muy bonito.

En cuanto al diseño, me decidí por una combinación de gris y amarillo y compré un stencil de platanitos para unificar ambos colores.

Como soy un poco vaga, estuve planteándome pintar con cuidadín y sin desmontar, pero a los dos segundos de mirar el percal me armé con mi destornillador y me puse manos a la obra. Me decidí por una aplicación con rodillo muy fino para conseguir un acabado muy satinado. 

La pintura esta se seca al tacto en poco tiempo y queda maravillosa y muy opaca si le das dos capas, ideal para tapar algunas marcas de rotulador que tenía la cocinita.

Luego le llegó el turno al stencil, o plantilla de toda la vida, y ahí me estuve entreteniendo un ratito mientras los bichejos se dedicaban a hacer el mal por el jardín.

Si os fijáis bien tiene mogollón de fallos, pero eso le da como más amor, ¿no?

Cuando se secó le eché dos capitas de barniz eco al agua (apta para juguetes para evitarme preocupaciones si Mini chupaba algo) y la volví a montar cuando estaba seca y claveteé la trasera! 
¡Mirad qué monada!

Aún no estoy 100% segura de haber terminado, igual pinto la parte de atrás con pintura de pizarra negra para poder escribir sobre ella y le pongo algunos detalles de telas… ¡ayyyyy si es que no sé parar! 

¿Qué os parece? ¿Os animáis a tunear vuestras cositas?

Materiales:
– Tabla de madera de 3 mm de grosor. Medidas 68,5 x 50 cm. 
– Pintura chalk paint. Usé dos botes de 130ml de Pintura Fleur. Los tonos que elegí eran New York Loft y Love in Portofino. Pero dependerá de vuestro proyecto.
– Stencil, aunque también podría quedar súper  bien papel pintado o hacer un diseño propio (de rayitas o chevron usando cinta de carrocero) o incluso poniendo vinilos, hay unos monísimos en IKEA.
– Barniz incoloro al agua, apto para juguetes. 
– Paletinas, brochas o rodillos. Yo me decanté por un rodillo pequeño de poro fino (grado 0).
– Clavos y martillo. 
– Paciencia. Pero de eso poca, porque es súper fácil y rápido! 

Pinturas compradas en http://www.pintarsinparar.com

¿Advientamos?

Pero qué poquito queda para la Navidad…. ¡unas pocas semanas y ya estaremos entre gambas y turrones! Y luego la montaña infinita de regalos para grandes y pequeños.

Pero, en medio de tantos villancicos, belenes y polvorones hay tiempo también para pensar en los demás y extender un poco el espíritu navideño y hacer también actividades culturales o artísticas. Vamos… ¡hay tiempo para todo!

Este año vamos a hacer nuestro propio calendario de adviento, y así hacemos más cositas juntos. 




¿Qué necesitas?



– Cartulina

– Tijeras 

– Regla

– Washi-tape o cinta adhesiva 

– Bolígrafo o lápiz 

Primero usaremos la regla y el lápiz para dibujar tiras en la cartulina que luego recortaremos. Una vez recortadas todas las tiras, haremos aros engarzados que pegaremos usando el washi-tape o cinta adhesiva. Nosotros además añadiremos algunas actividades especiales que escribiremos en la cara interna del aro. Y pondremos dos aros de distinto color para marcar su cumple y su fiesta.

Este «calendario» es una forma sencilla y visual para que los peques tengan cierta conciencia del paso del tiempo. 

En nuestro calendario incluiremos actividades de todo tipo, muchas de ellas solidarias, aunque a los 4 añitos las opciones son limitadas:

– Haremos una cajita para el proyecto «Operación Niño de la Navidad» 

– Ayudaremos a Aldeas Infantiles.

– Iremos a un concierto solidario.

– Llevaremos comida al banco de alimentos. 

– Pintaremos unas acuarelas para los abuelos de una residencia local.

– Llevaremos tapones al punto de recogida.

A esto añadiremos muchas más actividades y manualidades para ir pasando los días juntos…

¡¡Os espero en Instagram donde podréis ir siguiendo un poco nuestros avances!! ¡A ver si logro hacer tantas cosillas con los tres en casa!

¿Tienes más ideas? 👇🏻👇🏻escribe en los comentarios👇🏻👇🏻 ¡me encantaría saber qué estáis haciendo vosotros!

Trolls 

Tengo que empezar diciendo que siempre me preocupa ir a ver una peli que no salga de la factoría Disney, la última (Angry Birds) fue tan horrible que juré que no iría a ver ninguna sin el sello ratonil-orejil. Pues nada lo he hecho porque llevaba algo así como tres semanas intentando quedar con una amiga para ver la peli con nuestros peques… al final no pudo ser y ellas fueron ayer y ya no me pude resistir y fui.Hoy, sin que sirva de precedentes, hago una recomendación de cine. Id a ver Trolls.

No solo es una película preciosa con muchísimo color y música, sino que tiene un mensaje poderoso. 

Trolls, Dreamworks Studios

**** alerta spoiler ****

Cuando salimos los Mellis me dijeron «mama, comer Trolls no da la felicidad. La felicidad viene de dentro, por bailar, cantar y dar abrazos» 
Qué mensaje tan sencillo y poderoso y qué importante resulta recordar que la felicidad está en nuestros corazones.

****fin spoiler****

Bueno, os dejo, que ya estamos llegando a casa y tenemos que comer, ¡¡¡pero no podía esperar a decíroslo luego!!!

Si no tenéis plan en este día tan lluvioso (en Madrid)… ¡Id al cine! 

Trolls, Dreamworks Studios

«Mamá, ¿esto es de niños o de niñas?»

¡¡¡Bufff!!! Aburridita me tienen con el temita… la verdad es que pensábamos que nos libraríamos de este tema al tener mellizos niño y niña que han compartido de todo desde su más tierna infancia, desde la cuna a la habitación, pasando por los juguetes.

¡Pero no! Hace unas semanas Mr A le dijo a su melliza que no podía pintar con el color azul, porque es de chicos. ¿Colores de chicos o de chicas? Y de los colores pasamos a los juguetes… 

Si bien es cierto que han tenido acceso libre a todos los juguetes, hemos ido observando que los Mellis han ido tendiendo hacia los juguetes «tradicionales» de su género, un hecho que nos ha resultado cuánto menos curioso, aunque hasta ahora no habían manifestado su preferencia por temas de género con palabras.

Sin embargo, ahora que llegan las navidades y vienen cargadas de multitud de juguetes para todos me sorprende ver como nos bombardean con una representación exagerada hasta el infinito de los roles tradicionales de género en los juguetes para los pequeños… Si es un Nenuco es para niñas así que ponemos fondo rosa y caja rosa y todo rosa porque rosa y más azúcar…. en cambio, para los chicos, tenemos juguetes más bien violentos promocionados con imágenes impactantes sobre fondos azul oscuro o negro. Dando a entender que cada juguete y cada color corresponde a un género específico.

Y en esos momentos me encuentro preguntándome por qué… ¿por qué estamos tan empeñados en ponerle etiquetas a algo tan sencillo y tan inocente como un juguete? 

Mientras meditáis acerca de esta pregunta os dejo un pictograma de la diseñadora Kristen Myers:

Y yo, mientras tanto, seguiré jugando…

Cuento de Navidad

Había una vez una mamá que se sentía culpable por «mentir» a sus hijos contándoles acerca de la existencia de el Sr de Rojo o los otros tres a los que jamás les perdonaremos cómo se vistieron en 2016… 

Mil vueltas le estuve dando al tema, mil millones para ser más concretos. Mis amigos ya me tachaban por loca por obsesionarme por algo tan «nimio»… pero para mí no lo era, sentía que les estaba mintiendo, y luego con qué valor les podía pedir que no me mintieran ellos el día de mañana. 


Pero, la magia

No podemos olvidarnos de la magia de la Navidad, la ilusión de los pequeños cuando dejan las galletas y la leche, la emoción al ver que hay regalos bajo el árbol y los renos se han bebido el agua. 

Tras muchas conversaciones, la mayoría presionando para que entrara en el redil, opté por lo siguiente:

No voy a venderles la idea de que vienen unos seres mágicos a casa, pero tampoco les echaré un cubo de agua helada encima.

¿Y esto cómo es? 

Pues amiguitos, esto es la famosa tercera vía. Como con cualquier juego de imaginación de los peques, ya sea jugar a princesas o beber el té invisible de las tacitas entraré a jugar con ellos a tope… participando de la magia todo lo que ellos quieran, pero sin fomentarla y sin usar la Navidad como excusa para modificar su comportamiento. 


Pero… ¿qué pasa cuando pregunten?

Evidentemente este momento llegará, y viendo lo rápido que pasa el tiempo, siempre llegará antes de lo que habíamos pensado. 

Pues, cuando llegue, les diremos: «Estábamos jugando a la Navidad. Como cuando jugamos con nuestra imaginación y nos inventamos cuentos. A todos nos encanta jugar a imaginar que el Sr de Rojo existe y nos lo hemos pasado genial dejando zanahorias para los renos. ¿Queréis seguir jugando a la Navidad? Aunque queráis dejar de jugar, seguiréis teniendo regalos, pero serán de mama y papa, de los abuelos y de los tíos. ¡Porque dejar de jugar a la Navidad no significa que dejemos de tener regalitos especiales!»

¿Vosotros cómo lo veis?

¿Me echas una foto, mami?

Hace unos días un amigo me comentaba que le sorprendía que siempre pixelara u ocultara las caras de mis hijos, alegando que era un poco paranoica. 

Dejando de lado que lo soy, que tengo un punto de loca que no me quita nadie y que me da miedo que se sepa más de mi vida y de la de mis hijos de lo necesario, está el asunto de su identidad personal… de la que, por cierto, solo tengo la custodia y no la propiedad.

Y es que me pongo en su situación, si lo pensáis bien es un mundo nuevo, un terreno sin explorar mucho y que no sabemos cómo va a evolucionar. Nuestros padres nos hacían fotos con cámaras de 35mm que revelaban y metían en álbumes familiares con los que nos torturaban cuando éramos adolescentes y nuestros amigos venían a merendar a casa… pero hoy la tecnología ha dado un par de saltos cuánticos y tenemos cámaras de chorromil megapixeles en el teléfono (o apéndice de la mano). 

No solo eso, las redes sociales antiguas (meriendas con amigos, comidas familiares y demás) han tomado un cariz universal e internacional. Ahora compartimos al instante en Facebook, Instagram, Snapchapt y YouTube. En un momento, miles de personas pueden acceder potencialmente a sus imágenes.

No os revelo nada nuevo, lo sé.
Seguro que os cuidáis de no compartir imágenes poco decorosas y que la mayoría tenéis cuidado de que no se pueda adivinar dónde vivís o a qué cole van vuestros pequeños… pero… ¿qué ocurre cuando tengan 15 años y ellos y sus amigos tengan su propia cuenta de Facebook? De repente se ven que tienen ya una historia en internet que no han controlado, una historia en la que se han publicado sus luces y sus sombras, en los que se ha contado quizá más de lo que ellos quisieran. Y una vez ahí, para siempre se queda.

Mientras países como Francia legislan en contra de esto, otros no… pero siempre quedará a nuestra discreción, como padres, la conservación de su identidad, de su personalidad. Porque igual dentro de 12 años no quieren que haya una foto de ellos usando el orinal con 2 añitos. ¿Acaso te gustaría a ti? 

Por cierto, ¡la de las fotos soy yo, que puedo decidir cómo, cuándo y qué comparto! 💗

¿A quién le toca?

Algunos de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia tienen como telón de fondo un juego de mesa… así que no es de extrañar que me estuviera muriendo de ganas por introducir este tipo de juego a los peques.

A tan solo un mes y pico del cuarto cumple de los Mellis, y en vista de que se habían portado fenomenal con las vacunas de la gripe, decidí ir a una juguetería local a buscar un juego de mesa. ¡Madre mía! ¡Menuda selección! Resulta que hay muchísimas opciones para pequeñines…

La mayoría de los juegos de mesa para pequeñitos están llenos de colorines e imágenes divertidas, encontramos desde memos a dominós de animales, un bingo de imágenes y palabras (además estaba en inglés y castellano, ¡bingo!) y juegos colaborativos y competitivos.

Después de más de media hora mirando los juegos colaborativos, en los que todos los jugadores juegan en equipo y llegan todos juntos a la meta, y los juegos competitivos, me decanté por uno de los segundos porque me parecía más sencillo como primer juego.

Y es que los juegos de mesa tienen muchos beneficios:

  • Tiempo en familia. Muchas veces tenemos que buscar formas en las que involucrar a toda la familia y los juegos de mesa son una excusa ideal para reunirnos todos alrededor de una mesa.
  • Tiempo de calidad. Muchas veces pasamos tiempo con nuestros peques, pero, ¿es tiempo de calidad?
  • Mejora la comunicación. Dependiendo del tipo de juego la comunicación es más o menos esencial, pero siempre forma parte del rato en familia.
  • Ayuda a la comprensión de instrucciones y el seguimiento de normas básicas, como a esperar su turno y seguir la dinámica del juego.
  • Concentración. Ayuda a los pequeños a desarrollar las habilidades necesarias para concentrarse y estar tranquilos durante el juego. Habilidades que le serán de utilidad cuando vayan madurando.

Pues nada, ¡ahí tenéis una idea para  Navidad! Que el invierno es muy largo y las noches tardes son eternas y si hace mal tiempo peor… 




¡¡¡A JUGAR!!!