Mousse corporal casera

Desde hace unos meses tenemos problemas con el agua en casa… hay mucho residuo y cal, hemos contactado con la empresa del agua y como todo buen monopolio (aaggghhh) han hecho sus propios análisis internos que no pueden compartir conmigo. ¡Gracias por nada! 

Total, a lo que voy, además de tener que pasarnos al agua mineral en casa a mi mayor se le ha secado la piel y le pica tanto que se ha hecho heriditas de rascarse.

Así que me puse a buscar como una loca una crema que fuera untuosa y nutritiva, pero me encontré que muchas eran demasiado líquidas y otras tenían ingredientes que intentamos evitar en casa… por lo que decidí intentar hacer una propia en casa.

Después de leer muchas recetas me lancé a hacer la mía:

1/2 taza de aceite de karité orgánico puro 

1/4 taza de aceite de coco virgen orgánico 

1/4 taza de aceite de almendras puro




20 gotas de aceite esencial bio, yo usé helichrysum italicum por sus propiedades curativas y camomila romana por ser calmante. Ambas de Pranarom, que fabrican aceites esenciales de altísima calidad.

Lo primero que hice fue derretir los aceites en estado sólido, así que los puse al baño Maria para que quedaran líquidos, después lo aparté del fuego y añadí el aceite líquido y los aceites esenciales. Lo mezcle todo con unas varillas de la cocina y lo metí en la nevera durante 1 hora.




Se quedó totalmente sólido pero se podía hundir el dedo en la mezcla. 

Textura después de una hora en la nevera

Monté las varillas de la batidora y le di caña hasta que conseguí que tuviera una textura de mousse untuosa y maravillosa y la envasé y volví a meterla en la nevera otra hora para que volviera a cobrar consistencia.

Mirad qué sólida se queda en la nevera
Parece Buttercream pero Nooooooo!

Como no tiene conservantes ni nada, he hecho una cantidad muy pequeña, he preferido la idea de hacer la mousse más veces para que no se me ponga mala. 

Llevamos solo unos días usándola y ya notamos la diferencia en la piel, la tiene menos áspera y apenas se rasca. 

¿¿¿Si la probáis me lo contáis en los comentarios???

*** NOTA *** como con cualquier crema, probad siempre en una zona pequeña antes de usarla por todo el cuerpo. 

Hackeando la cocinita

Desde que compré la cocinita de IKEA hace casi tres años (!!!) tenía intención de tunearla y hacerla un poco más personalizada… y sobre todo ponerle una trasera porque siempre se nos caían las comiditas por ahí. 

Pues a lo largo de estos tres años me dedicaba dos segundos al mes de media a pensar en qué hacer con ella y así fue como descubrí el chalk paint.  Ya sé que no os revelo nada nada nuevo si os digo que esta pintura es lo más. Me decidí por ella porque no requiere imprimación (¡yuhu! ¡un paso menos para súper vagas como yo!) y queda con un look vintage muy bonito.

En cuanto al diseño, me decidí por una combinación de gris y amarillo y compré un stencil de platanitos para unificar ambos colores.

Como soy un poco vaga, estuve planteándome pintar con cuidadín y sin desmontar, pero a los dos segundos de mirar el percal me armé con mi destornillador y me puse manos a la obra. Me decidí por una aplicación con rodillo muy fino para conseguir un acabado muy satinado. 

La pintura esta se seca al tacto en poco tiempo y queda maravillosa y muy opaca si le das dos capas, ideal para tapar algunas marcas de rotulador que tenía la cocinita.

Luego le llegó el turno al stencil, o plantilla de toda la vida, y ahí me estuve entreteniendo un ratito mientras los bichejos se dedicaban a hacer el mal por el jardín.

Si os fijáis bien tiene mogollón de fallos, pero eso le da como más amor, ¿no?

Cuando se secó le eché dos capitas de barniz eco al agua (apta para juguetes para evitarme preocupaciones si Mini chupaba algo) y la volví a montar cuando estaba seca y claveteé la trasera! 
¡Mirad qué monada!

Aún no estoy 100% segura de haber terminado, igual pinto la parte de atrás con pintura de pizarra negra para poder escribir sobre ella y le pongo algunos detalles de telas… ¡ayyyyy si es que no sé parar! 

¿Qué os parece? ¿Os animáis a tunear vuestras cositas?

Materiales:
– Tabla de madera de 3 mm de grosor. Medidas 68,5 x 50 cm. 
– Pintura chalk paint. Usé dos botes de 130ml de Pintura Fleur. Los tonos que elegí eran New York Loft y Love in Portofino. Pero dependerá de vuestro proyecto.
– Stencil, aunque también podría quedar súper  bien papel pintado o hacer un diseño propio (de rayitas o chevron usando cinta de carrocero) o incluso poniendo vinilos, hay unos monísimos en IKEA.
– Barniz incoloro al agua, apto para juguetes. 
– Paletinas, brochas o rodillos. Yo me decanté por un rodillo pequeño de poro fino (grado 0).
– Clavos y martillo. 
– Paciencia. Pero de eso poca, porque es súper fácil y rápido! 

Pinturas compradas en http://www.pintarsinparar.com

Un móvil por San Valentín

Hola! 👋🏻

He decidido dejar de disculparme con vosotros por no publicar más y dejar de sentirme culpable por no llegar (esto todo da para otro post de introspección, pero no es el momento) y publicar cuándo y cómo pueda… porque siendo realistas, ¡apenas me da la vida!
No sé qué tal anda el tiempo por vuestras casas, pero aquí llevamos dos días de lluvia y frío y acabamos de estar todos malitos así que no es plan de salir a mojarse.

Como hace un día de perros os traigo una manualidad súper mona que estamos haciendo para San Valentín. 

¿Qué necesitas?

– un palo que hayáis encontrado por el campo
– cinta de yute o lazo 
– papel de acuarela o cartulina (mejor el de acuarela)
– pinturas, témperas o acuarelas 
– tijeras 

Este trabajito requiere un poco de preparación por nuestra parte, dependiendo de la edad de los peques será más o menos. Primero hay que trazar y recortar unos corazones, yo he hecho diez de cada tamaño… Mis Mellis ya recortan bastante bien con tijeras de «mayores» así que me he ahorrado tener que recortar todos! Bien!

Luego viene lo divertido! PINTAR!!!! Como son para San Valentín hemos usado tres colores un poco ñoños: rosa, morado y blanco.

Luego hay que dejar que se sequen bien, por lo que podemos hacer esto por la mañana y terminar todo por la tarde….

 
Ahora solo queda usar la perforadora para hacer agujeros arriba y abajo del corazón, esto lo tuve que hacer yo porque está dura de narices y los peques no tienen tanta fuerza en las manos.
Pero para enhebrar les sobra motricidad final, así que les puse a hacerlo y me ocupe yo de los nudos.

Y a la puerta!!!! A que ha quedado monísimo?? 💗💗💗💗 
Aunque nosotros no celebramos San Valentín y otras fiestas, hemos observado que celebrarlas hasta cierto punto con los niños les ayuda a comprender el paso del tiempo y los ritmos del año. También nos da lugar a crear actividades temáticas y engancharles más con esas actividades por resultarles «especiales». 
¿Os animáis a hacer este móvil o una versión propia? 

Juguetes de madera.

Con el auge de esta nueva conciencia que tenemos muchos padres por la educación respetuosa también ha venido el boom de los juguetes de madera que son más respetuosos con su aprendizaje y con el medio ambiente… Y hasta ahí bien. 

Pero, llegado el momento de lavarlos ¿cómo lo hacemos? Los de plástico son evidentes, algunos pueden ir al lavavajillas, otros los lavamos con un spray desinfectante o similar y listo. 

Pero los de madera tienen son más delicados, más aún si se trata de las bellezas de madera sin barnizar y con color que invaden las imaginaciones y los juegos de nuestros niños. 

Aquí os cuento dos formas de higienizar los juguetes de madera cuando pasarles el polvo no es suficiente:
1- Con lejía. Diluye 1 parte de lejía por 10 de agua, mézclalo en un pulverizador y enjuaga muy muy bien. La verdad es que este sistema lo deja todo muy limpio, pero no me gusta nada de nada de nada. Admito que odio la lejía y me declaro paranoica total a la hora de enjuagar los juguetes. Por lo que yo no lo usaría.

2- Con vinagre de limpieza. Usa la misma disolución 1/10 y pulveriza por toda la pieza. Deja secar y ya están listos para jugar los juguetes. El vinagre deja de oler al evaporarse y airearse la pieza, además el vinagre deja un brillo precioso en la madera!! Vamos que sales ganando por todos lados.

¿Qué NO debes hacer?


NUNCA sumerjas la madera.
Se puede hinchar y deformar, y esto es lo último que queremos cuando hemos invertido en unos preciosos juguetes de madera.

NO frotes!
Si no te quieres llevar esos preciosos tintes de soja o similares, no frotes las piezas.

NO los seques al sol!!!
El sol puede cuartear las piezas además de fastidiar el color. 

No los laves con demasiada frecuencia.
Yo les paso el polvo con un paño de microfibra súper suave y sin frotar,  y me reservo lavarlos a saco para cuando pasa por aquí la gastroenteritis fuerte… 

Siempre prueba en una zona poco visible! 

Aquí os dejo unas fotos de la prueba que hice sobre nuestros bloques de colores de Grimms (el mismo material y el mismo acabado que el famoso arco iris Waldorf).

bloque Grimms antes
Vinagre de limpieza, un spray reutilizado y el bloque
y despues!!! perfecto!
 

Y si queréis haceros con algún juguete nuevo y precioso os recomiendo visitar la tienda de mi amiga Laura, tiene unos juguetes maravillosos elegidos con mucho mimo! 

Control de Esfínteres – ¿Estoy lista?

Parece broma, pero no. ¿Estamos listos los padres para lo que supone dejar el pañal de un día para otro?

Imagen de Bonnie Nyachae. Usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/26032728@N07/4298306103/
Imagen de Bonnie Nyachae.
Usada bajo licencia Creative Commons.
https://www.flickr.com/photos/26032728@N07/4298306103/

Empezar con el proyecto pañal es complejo, empezamos a preguntarnos qué necesitamos; reductor, orinal, orinal musical (¿En serio? Sí, existe.), calzoncillo o braga pañal, calzoncillos o braguitas de aprendizaje, braguitas y calzoncillos… Cuando te adentras un pelín en este mundo, empiezas a descubrir que hay tantas opciones que te vuelves medio loco.

Yo he probado todo, os lo juro, todo. En nuestra experiencia, algunas cosas han sido más perjudiciales que otras… en este post iré una por una.

Bragas / Calzoncillos – Pañal: Estos pañales son súper populares, las mil marcas que hay los publicitan como la panacea, como ese paso ideal para pasar del pañal al no pañal. Sin embargo, en el caso de mis Mellis, vimos que usarlo les trajo más confusión “¿Puedo hacerme pis ahora? ¿Y ahora no?”. Creo que ha ralentizado nuestro proceso y no ha contribuido en nada a que asimilaran el nuevo concepto. Para lo que sí los he visto súper prácticos es para esos niños que se resisten a cambiarse el pañal tumbados en los meses previos a dejar los pañales y para ir en el coche. Porque, seamos sinceros, no queremos que se nos haga pis / caca en el coche y tener que limpiar la sillita.

Bragas / Calzoncillos de aprendizaje: Tengas la opinión que tengas de los pañales de tela, estos son una pasada. Aguantan un pis, o dos como mucho, y permiten que los peques sientan la humedad y se sientan un poco incómodos. Mi amiga Irene me regaló estos calzoncillos y braguitas de aprendizaje y nos han hecho un buen servicio, sobre todo con mi hijo que tardó un pelín más en entender el concepto. Si queréis verlos os dejo aquí un link a su Web. (Este no es un post patrocinado ehh, es que es amiga mía, ¡una súper mami que se ha lanzado a montarse su empresa en casa y atender así a su peque! #ApoyoALasMompreneurs).

Imagen de Cole Henley. Usada bajo licencia Creative Commons https://www.flickr.com/photos/cole007/1351420687/
Imagen de Cole Henley.
Usada bajo licencia Creative Commons
https://www.flickr.com/photos/cole007/1351420687/

Orinal vs Reductor: ¿Qué comprar? Pues mira, nosotros hemos comprado ambas cosas. Vivimos en una casita distribuida en alturas y abajo tenemos un aseo con solo un inodoro… así que ahí tenemos también un orinal por si tuvieran que usarlo los dos a la vez.  ¿Qué funciona mejor? Pues ni idea, los dos, depende del pequeño. A los míos les gustan los dos sistemas y no ponen nada de resistencia para usar uno u otro. Mi recomendación, hazte con uno de cada, y prueba. Eso sí, no te gastes mucho. Los orinales musicales, de personajes Disney, etc. son ideales, pero es una herramienta transitoria… Puedes invertir en ello lo que quieras, pero en mi opinión, no es necesario gastarse 50€ (!!!) en un orinal habiendo opciones por unos 5-6€. Lo único que os recomiendo es que no pongáis el orinal en un sitio que no sea el baño, ya que estás en plena operación, hazlo bien, y ponlo en su sitio “como mamá y papá”.

Imagen de Darren. Usada bajo licencia Creative Commons https://www.flickr.com/photos/darrenkw/3905562949/
Imagen de Darren.
Usada bajo licencia Creative Commons
https://www.flickr.com/photos/darrenkw/3905562949/

Escalón: Pues estoy editando este post, porque una amiga (¡¡Gracias Ana!!) me ha recordado el escalón para que los peques lleguen. Se me había pasado completamente porque nosotros tenemos uno bajísimo que no usamos… Por cosas del destino, no me compré uno ideal de altura en su momento en el hipermercado y no lo han vuelto a traer y el que tenemos no nos vale. ¿Veis? ¡Otro error de mami novata: no buscar un escalón de la altura adecuada! Eso sí, medid antes la altura al inodoro, no os vaya a pasar como a mí que acabéis con uno demasiado bajo!

Braguitas y calzoncillos: ¿Cuántos necesito? Miles. No, ahora en serio, entre los que te dejas en la bolsa para salir a la calle (ya os enseñaré la mía en mi siguiente post), los que están en la lavadora, los que te dejas en un sitio u otro de la casa por si hay accidentes y tal… Creo que unas 21. Sí, parecen muchas, ¡¡pero acabarás usándolos todos!! ¡Y querrás tener alguno en el cajón por si hay un día loco!

Foto de Tim Johnson, usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/30095567@N00/485076024/
Foto de Tim Johnson, usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/30095567@N00/485076024/

Y ahora os voy a hablar de lo que será vuestro mejor amigo… El spray desinfectante sin lejía. Hay muchas marcas y opciones en el mercado, tanto de marcas conocidas como de marcas blancas. ¡Hazte con uno! En serio, lo usarás. A diario, para limpiar el orinal o el reductor, para los escapes en medio de la cocina… buff, mejor no entro en detalles ¿no?

Pues nada, eso es todo por hoy, en mi próximo post os enseño mi bolso con mis imprescindibles para salir a la calle con un peque en plena operación pañal y no morir en el intento.