La masa de sal es todo un clásico, se prepara en un periquete y garantiza horas de diversión además se guarda muy bien en un recipiente hermético durante un par de meses.
¿Qué necesitas?
1 parte de agua templada
1 de sal fina
3 partes de harina
Colorantes alimentarios o témperas y pinceles
Moldes
¿Cómo se prepara?
Calienta el agua en el micro, échale la sal para que se disuelva, así no te saldrán grumitos y mézclalo con la harina… añade harina o agua según veas la consistencia de la mezcla (hasta que no se pegue al bol donde la estás preparando). Ahora solo te queda separar la masa en varias partes para teñirla si vais a jugar con ella como plastilina. Si vais a usarla para hacer figuras, os recomiendo usar la masa blanca, es decir, sin teñir y luego pintarla con las témperas.
Y… ¡a jugar!
A los niños les encanta jugar con esta masa, es un pelín más firme que la plastilina. Moldear con pastas y plastlinas les ayuda a desarrollar la motricidad fina, además de estimular la creatividad! Además es ideal para días de lluvia en los que no puedes salir a la calle o al parque.
¡Lo mejor de esta masa es que la puedes hornear y hacer adornos con ella!
¿Tus peques son más mayores? ¿Por qué no usáis esta masa para hacer los adornos del arbolito de Navidad? Seguro que le encanta ver cómo sus creaciones adornan el árbol familiar.
Para ello, tendrás que ponerle una horquilla ancha o un clip (para tener a qué atar un lacito para colgarlo del árbol) y hornear la masa durante 2 horas a unos 120ºC, pintar a vuestro gusto y barnizar (eso último mejor lo hacemos los papis).
Nota: Si tenéis niños de varias edades y algunos todavía se meten todo en la boca os recomiendo usar un barniz apto para juguetes, los encontraréis en grandes almacenes de bricolaje o en tiendas de manualidades.
¿Te animas a hacerla?
Nota 2: Una amiga me ha comentado que ella ha cocinado esta masa en el microondas!!! Dice que le lleva solo 3 minutos pero que tendréis que probar de 30 en 30 segundos porque cada micro es diferente. No lo he probado porque me lo ha comentado al ver este post. ¡Ya os contaré cuando lo pruebe!
Plastificadora (o irte a una papelería)
Para empezar imprime el mantel individual, corta por las líneas de rayitas y dáselo a tu peque con toda clase de colores, pinturas, pegatinas… Pegamento y purpurina?? Deja volar la imaginación y que lo decore a su estilo.
Pegando pegatinasPintanto los manteles
Si tienes plastificadora (es un cacharro súper recomendable porque puedes hacer taaaantas cosas) es genial, tengo muchos proyectos con ella. Sino, en cualquier papelería te lo pueden hacer. Ya solo queda recortar el plástico sobrante.
Así quedaron terminados
A ellos les chifla pintar y les encanta pegar pegatinas…. ¡Mira como quedaron! Lo mejor fue cuando los usamos esa noche, los Mellis colocaron sus cubiertos y sus platos en su sitio… ¡Qué monos!
Sorprendentemente, comieron mejor que nunca. ¡Apenas mancharon fuera de sus platos!
Variación: Si a tus peques les gusta el arte efímero, ¿por qué no plastificas el mantel en blanco y les das unos rotuladores para pizarra blanca? Así, cada en cada comida pueden hacer uno distinto. Luego lo limpias y ¡ya está! ¡Listo para usar de nuevo!
Como os comenté en este post hice este arco iris y estos corazones para trabajar los colores con los Mellis y tener alguna herramienta o actividad tranquila que nos pudiéramos llevar a cualquier parte.
¿Qué necesitas?
Retales de telas de distintos colores
Un trozo largo de fieltro
Un trocito de cartón (para el patrón)
Tijeras
Aguja
Hilos de colores (yo prefiero el hilo de bordar)
Fibra o algodón para rellenar
Lo primero que hice fue recortar cuadrados iguales y los uní entre sí con los hilos combinados. Para coserlos usé el punto de festón, me encanta porque es muy decorativo y además «cunde mucho».
Una vez tuve unidos todos los cuadraditos en una especie de alfombrita, lo fijé a un trozo alargado de fieltro usando el mismo punto.
El arco iris de retales
Quedó así.
Una vez terminado el arco iris, tocaba ponerse con los corazones.
Para eso hice un patrón con el cartón:
Y recorté dos corazones de cada color… luego cosí ambas partes con el mismo punto, dejando una pequeña zona sin cerrar para poder rellenarlo.
Lo rellené y a por el siguiente…
Un truquito estupendo para esconder el hilo en figuras rellenas es sacarlo por el centro tras rematarlo y cortarlo.
Para aquéllos a los que os encanta poner excusas, os cuento que se tarda unos 6 minutos en hacer cada corazón… por lo que no es demasiado tiempo teniendo en cuenta el provecho que se le puede sacar a esta herramienta.
Hoy os quiero presentar uno de los juguetes que he hecho para los Mellis. Cosí este arco iris para distraer a los peques durante el bautizo de mi sobrinito y ¡fue un éxito total!
La idea la copié de mi amiga Summer, que ahora lo tiene disponible en su tienda Etsy (The Knothole Tree) por si queréis comprarlo. Si queréis, podéis hacerlo, es muy fácil.
El arco iris de retales
La idea detrás del arco iris es que pasen tiempo tranquilitos intentando emparejar los corazones y los cuadraditos por colores. A los niños de esta edad les encanta clasificar las cosas, y este juguete les da una oportunidad estupenda para hacerlo!
El arco iris y los corazones
¡Simplemente déjalo a su alcance para que lo investigue y se invente cómo quiere jugar con ello!
Clasificando corazoncitos
Mis niños se pueden pasar mucho tiempo con esto y lo reservo para esos momentos en los que el silencio es obligatorio.
¿Qué necesitas?
1 molde para magdalenas – este es de Primark, 4€
1 paquete de pompones (también los puedes hacer tú) – en cualquier tienda de manualidades
1 cuchara de plástico
Compré estos pompones para un cuadrito que hice para decorar el cuarto de los niños cuando aún estaba embarazada. Como venían tantos en el paquete los guardé por si se me ocurría algo que hacer con ellos.
Hace unos días estaba muerta de cansancio y necesitaba un ratito de tranquilidad… Y con dos pitufines eso es… misión: imposible.
Así que me acordé de mis pompones y de los moldes de magdalenas que había comprado para las actividades de agua y les puse a pasar los pompones de uno a otro.
Como quiero estimularles a usar cucharas, por eso de la psicomotricidad fina, pues hicimos la actividad con cucharas. Es genial para días de lluvia o esos momentos en los que quieres un poco de silencio.
No es una actividad para estar horas y horas pero un rato sí que aguantan!
Nota: Para niños más mayores (24 meses o más) podéis complicar las tareas y que dividan los pompones por colores o bien pintar un número en el fondo para contar.