¡Esta semana ha sido infernal! Nos ha pasado absolutamente de todo, por lo que me he retrasado más de lo habitual… pero aunque no he podido escribir no hemos parado de hacer cosas. ¡En un ratito subo un post!
Pues con un día de retraso os cuento una actividad heladora que ha triunfado entre mis pequeños.
¿Qué necesitas?
Cubiteras
Agua
Colorante alimentario
Cucharones
Tenía ganas de usar estos hielos que había dejado preparados la semana pasada y no se me ocurría qué hacer… así que les puse a jugar con su piscina.
Les encanta ver cómo caen en el agua y cómo se diluyen los colores en el agua.
Después de terminar con los hielos se pusieron a ver cómo se mezclaban los colores y hasta me ayudaron a vaciar la piscinita. ¡Estuvimos entretenidos la tarde entera!
VARIANTE:
Otra opción que estuve barajando cuando estaba pensando qué hacer con ellos era usar las bandejas de cupcakes para separar los cubitos por colores… pero al final me decanté por esto. Si no tienes piscinita, es una buena opción.
OJO:
Ten en cuenta que el colorante alimentario MANCHA MUCHO. Así que viste a los peques con ropa a la que no le tengas mucho cariño.
Me encanta que mis niños se entretengan con actividades artísticas. Estimulan su creatividad y es increíble verles tan concentrados y durante tanto tiempo.
Hace semanas que venía dándole vueltas al tema de las tizas y al fin me animé… Pensaba que igual eran demasiado pequeños pero lo cierto es que no. Eso sí, os recomiendo que lo hagáis con niños que ya no se metan TODO en la boca, aunque esto no es tóxico tampoco queremos que se coman las tizas de colores, ¿no?
¿Qué necesitas?
Tizas para pintar en la acera
Una manguera para limpiarlo todo después
Intenté encontrar tizas para pintar en el suelo en las papelerías y grandes almacenes de la zona pero encontré entre poco y nada así que tuve que recurrir a internet. Estas en concreto las compré aquí.
Lo cierto es que es imposible resistirse a pintar en el suelo con unas tizas y acabamos pintando todos (¡incluido mi marido!). Los niños se lo pasaron pipa.
Estas tizas en concreto no manchan la ropa, con sacudir un poquito el polvo de los pantalones se queda perfecto.
Nota: Para los que soléis desconfiar de los carteles de “lavable” os confirmo que esto se limpia con un manguerazo. No hace falta ni frotar ni nada. ¡Un poco de agüita y todo limpio!
Mis hijos se lo pasan bomba «ayudándome» a limpiar la casa. La verdad es que no sé dónde lo han visto porque en casa limpio cuando están dormidos o en la guarde… Pero la cuestión es que saben como hacerlo y les chifla.
Los bártulos de limpieza los encontré en las Jugueterías Poly, pero me imagino que los tendrán en otras jugueterías y/o grandes almacenes (cubo y fregona 9€, escoba, escobita de mano y recogedor unos 7€).
¡Lo que más gracia me hace es que el cubo y la fregona son de Vileda! ¡Igual que el de casa!
Se pueden pasar horas barriendo o fregando… O pasando un trapo…
Como diría una amiga, ¡es explotación infantil!
Con un pequeño juguete tendréis horas de diversión e iréis plantando conceptos como mantener las cosas limpias. Algún día de estos llenaré el cubito de agua y limpiaremos fuera (¡qué sino me estropean el suelo seguro! jeje)
Hoy quería hacer algo en el jardín con los peques, así que pillé unas macetas y unas plantitas para que pudiéramos plantarlas juntos.
Escogí gerberas porque son de temporada, vistosas, baratas y resistentes… ¡¡Pero cualquier planta vale, mientras no sea muy delicada porque ellos no lo son mucho!!
¿Qué necesitas?
Pues esto es tan sencillo como que te imiten, yo volqué parte de la tierra en una caja de plástico para que les resultara más fácil manipularla.
Poco a poco fueron entendiendo de qué iba el juego y llenaron las macetas.
Para plantar necesitaron ayuda, mis niños son muy pequeños, pero un niño más mayor lo puede hacer solo o con poca ayuda.
Y lo mas divertido fue lo que vino después: ¡regar!
Nuestra actividad de hoy ha sido un pequeño fracaso… La idea era que los pequeños usarán un hilo «cola de ratón» para hilar macarrones gigantes (paccheri) y desarrollar un poco el aparato motor fino.
No sé si ha sido por la emoción de conocer a mi tía que nos visitaba por primera vez o por la distracción de haber usado un hilo tan colorido, pero los niños se han pasado más tiempo paseando el hilo por ahí que jugando a hilar los macarrones.
Creo que esta actividad será genial para un día de lluvia en el que haya menos distracciones y/o cuando sean un poco más mayores.
Bueno, para los que ya estáis disfrutando de unos peques más mayores (de unos 2 añitos) os cuento el «plan».
¿Qué necesitas?
1 trozo grande de hilo «cola de ratón» (disponible en mercerías y bazares)
1 paquete de macarrones gigantes – paccheri (en cualquier súper)
Paciencia (¡Buff! Si encontráis donde la venden, me decís)
La idea es muy simple, pasamos macarrones por el hilo y listo. Pensé colorear la pasta con un poco de colorante alimentario pero no me dio tiempo hoy.
¡Ya me contaréis si vuestros pequeñitos han mostrado más interés por la actividad que los míos!
No sé si a vuestros hijos les gusta tanto el agua como a los míos… ¡pero estos tienen verdadera pasión por todo lo que implique estar jugando con agua! Así que este fin de semana me puse manos a la obra y preparé todo para que pudieran jugar hasta que se hartaran con el agua.
¿Qué necesitas?
Llené los cubos con agua templada porque ayer hacía bastante brisa, cuando haga más calor no creo que haga falta.
Como puedes ver, tampoco necesitas mucho espacio para esta actividad. Incluso puedes hacerlo en las zonas comunes de una urbanización, en un jardín pequeño, o una terraza.
¡La imaginación es el límite! Deja que tu pequeño/a experimente con el agua y los cacharros que le hayas sacado. Si ves que pierde interés, ponte a jugar tú, sin decirle nada, a transferir agua de un sitio a otro por ejemplo, y ¡verás lo poco que tardan en seguir tu ejemplo!
¡Ale! ¡A disfrutar!
¡Arena! Todos sabemos que a los pequeños les encanta la arena, jugar con ella y pasarse horas con sus cubitos y palitas… pero no todos tenemos el espacio para tener un arenero en casa o no queremos renunciar a un trozo del jardín o tenemos una terraza pequeña…
¿Qué necesitas?
Si mezclamos la arena con canela en polvo (y clavo en polvo, si queréis) las hormigas no se meterán en el arenero ni anidarán ahí.
Lo mejor de esta actividad es que puedes cerrar la tapa de la caja y guardar la arena para usarla durante toda la temporada. No sé si os pasará a vosotros, pero muchas veces no tenemos tiempo (ni ganas) de salir al parque, porque tardamos más en ir y en venir que en estar por ahí… y queremos estar en casa.
¡Y cuando termines, puedes guardar el arenero para otro día!
Esta es una de nuestras actividades preferidas para esos días de lluvia en los que no apetece salir para nada de la casa y no sabemos qué hacer para matar el tiempo.
¿Qué necesitas?
Los niños disfrutan mucho haciendo cosas solos, pero no queremos dejarles pintando con colores fuertes o pinturas de dedos en nuestro salón. Al pintar con agua ellos pueden hacerlo todo por sí mismos. Nosotros hemos usado el atril de IKEA (unos 20€) para sujetar la cartulina, pero también puedes pegar la cartulina a una mesa: