Juguetes de madera.

Con el auge de esta nueva conciencia que tenemos muchos padres por la educación respetuosa también ha venido el boom de los juguetes de madera que son más respetuosos con su aprendizaje y con el medio ambiente… Y hasta ahí bien. 

Pero, llegado el momento de lavarlos ¿cómo lo hacemos? Los de plástico son evidentes, algunos pueden ir al lavavajillas, otros los lavamos con un spray desinfectante o similar y listo. 

Pero los de madera tienen son más delicados, más aún si se trata de las bellezas de madera sin barnizar y con color que invaden las imaginaciones y los juegos de nuestros niños. 

Aquí os cuento dos formas de higienizar los juguetes de madera cuando pasarles el polvo no es suficiente:
1- Con lejía. Diluye 1 parte de lejía por 10 de agua, mézclalo en un pulverizador y enjuaga muy muy bien. La verdad es que este sistema lo deja todo muy limpio, pero no me gusta nada de nada de nada. Admito que odio la lejía y me declaro paranoica total a la hora de enjuagar los juguetes. Por lo que yo no lo usaría.

2- Con vinagre de limpieza. Usa la misma disolución 1/10 y pulveriza por toda la pieza. Deja secar y ya están listos para jugar los juguetes. El vinagre deja de oler al evaporarse y airearse la pieza, además el vinagre deja un brillo precioso en la madera!! Vamos que sales ganando por todos lados.

¿Qué NO debes hacer?


NUNCA sumerjas la madera.
Se puede hinchar y deformar, y esto es lo último que queremos cuando hemos invertido en unos preciosos juguetes de madera.

NO frotes!
Si no te quieres llevar esos preciosos tintes de soja o similares, no frotes las piezas.

NO los seques al sol!!!
El sol puede cuartear las piezas además de fastidiar el color. 

No los laves con demasiada frecuencia.
Yo les paso el polvo con un paño de microfibra súper suave y sin frotar,  y me reservo lavarlos a saco para cuando pasa por aquí la gastroenteritis fuerte… 

Siempre prueba en una zona poco visible! 

Aquí os dejo unas fotos de la prueba que hice sobre nuestros bloques de colores de Grimms (el mismo material y el mismo acabado que el famoso arco iris Waldorf).

bloque Grimms antes
Vinagre de limpieza, un spray reutilizado y el bloque
y despues!!! perfecto!
 

Y si queréis haceros con algún juguete nuevo y precioso os recomiendo visitar la tienda de mi amiga Laura, tiene unos juguetes maravillosos elegidos con mucho mimo! 

La tele: ¿Amigo? ¿Enemigo? ¿Frenemy?

Sé que estoy metiéndome en camisa de once (mil) varas, pero… con cada artículo que hace las rondas por las redes sociales en contra de la tele, siento que me clavan un clavo más en mi ataúd de Mala Madre. Los artículos que he visto rondando por ahí poco más que nos dicen que estamos destrozando el intelecto de nuestros hijos por permitirnos esos momentos de paz y darles el capricho de ver un ratito de la Patrulla Can(s)ina.

Y es que os debo una confesión: dejo a mis hijos ver la tele.

 

Voy a dejaros unos segundos para que proceséis tal revelación.

 

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Europos Parkas, by ohnedich

 

La tele: ¿Amigo o enemigo? ¿Frenemy?

El otro día hablaba con una mami-miga y me decía que ella aún no había sucumbido a la televisión, como si estuviera hablando del mayor de los enemigos de la infancia… Yo le miré pensando “pobre-ilusa-madre-de-uno-solo”, y es que la vida y la maternidad está llena de ideas preconcebidas de artículos de mil y una revistas de bebés y de principios bonitos que luego incumpliremos (de esto me explayaré en otro post, algún día).

Bajo mi punto de vista, la tele es una herramienta más de la vida y, como tal, no veo el motivo a prohibirla y eliminarla completamente de la vida de nuestros hijos.  Como herramienta, es ese maravilloso aparato que nos compra ese ratito de paz que necesitamos para poder pensar con claridad, hacer la cena o tomarnos un café (¡y que esté caliente y todo!).

Consulté a una amiga psicóloga acerca del tema y me comenta: “Como otra ventaja, si exponemos a nuestros hijos a la televisión en Versión Original, estimularemos su centro del lenguaje y se podría potenciar la adquisición de un segundo idioma.”

Siguiendo con su puntualización acerca de las ventajas educativas, creo que la televisión puede servirnos para reforzar contenidos que queremos transmitirles o para explicarles cosas de una forma visual… Por ejemplo, mis hijos tuvieron que hacer un proyecto sobre un animal marino y nos tocó el pulpo. Además de buscarlo en un libro, en internet y pintarlos y construir uno de goma Eva, buscamos pulpos en YouTube y nos aprendimos dos canciones sobre los pulpos.

El problema podría llegar si aparcásemos a los niños delante de la televisión durante 6 horas al día, y aún así, me entran dudas porque creo firmemente que los niños buscarían cosas que les entretuvieran. Me explico, creo que la creatividad y el juego son características inherentes de los niños, por lo que, aunque les plantásemos delante de la tele todo el día, creo que al final llegarían a desarrollar su potencial creativo…. Pero bueno, no defiendo ese abuso, ni mucho menos, pero sí defiendo que dejemos de sentirnos culpables por usar la tele un ratito, nuestros hijos no se van a volver ni tontos, ni vagos, sino que se desarrollarán bien y serán felices.

 

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Retro Gaming TV sets, by Dennis van Zuijlekom

Control de Esfínteres – ¿Estoy lista?

Parece broma, pero no. ¿Estamos listos los padres para lo que supone dejar el pañal de un día para otro?

Imagen de Bonnie Nyachae. Usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/26032728@N07/4298306103/
Imagen de Bonnie Nyachae.
Usada bajo licencia Creative Commons.
https://www.flickr.com/photos/26032728@N07/4298306103/

Empezar con el proyecto pañal es complejo, empezamos a preguntarnos qué necesitamos; reductor, orinal, orinal musical (¿En serio? Sí, existe.), calzoncillo o braga pañal, calzoncillos o braguitas de aprendizaje, braguitas y calzoncillos… Cuando te adentras un pelín en este mundo, empiezas a descubrir que hay tantas opciones que te vuelves medio loco.

Yo he probado todo, os lo juro, todo. En nuestra experiencia, algunas cosas han sido más perjudiciales que otras… en este post iré una por una.

Bragas / Calzoncillos – Pañal: Estos pañales son súper populares, las mil marcas que hay los publicitan como la panacea, como ese paso ideal para pasar del pañal al no pañal. Sin embargo, en el caso de mis Mellis, vimos que usarlo les trajo más confusión “¿Puedo hacerme pis ahora? ¿Y ahora no?”. Creo que ha ralentizado nuestro proceso y no ha contribuido en nada a que asimilaran el nuevo concepto. Para lo que sí los he visto súper prácticos es para esos niños que se resisten a cambiarse el pañal tumbados en los meses previos a dejar los pañales y para ir en el coche. Porque, seamos sinceros, no queremos que se nos haga pis / caca en el coche y tener que limpiar la sillita.

Bragas / Calzoncillos de aprendizaje: Tengas la opinión que tengas de los pañales de tela, estos son una pasada. Aguantan un pis, o dos como mucho, y permiten que los peques sientan la humedad y se sientan un poco incómodos. Mi amiga Irene me regaló estos calzoncillos y braguitas de aprendizaje y nos han hecho un buen servicio, sobre todo con mi hijo que tardó un pelín más en entender el concepto. Si queréis verlos os dejo aquí un link a su Web. (Este no es un post patrocinado ehh, es que es amiga mía, ¡una súper mami que se ha lanzado a montarse su empresa en casa y atender así a su peque! #ApoyoALasMompreneurs).

Imagen de Cole Henley. Usada bajo licencia Creative Commons https://www.flickr.com/photos/cole007/1351420687/
Imagen de Cole Henley.
Usada bajo licencia Creative Commons
https://www.flickr.com/photos/cole007/1351420687/

Orinal vs Reductor: ¿Qué comprar? Pues mira, nosotros hemos comprado ambas cosas. Vivimos en una casita distribuida en alturas y abajo tenemos un aseo con solo un inodoro… así que ahí tenemos también un orinal por si tuvieran que usarlo los dos a la vez.  ¿Qué funciona mejor? Pues ni idea, los dos, depende del pequeño. A los míos les gustan los dos sistemas y no ponen nada de resistencia para usar uno u otro. Mi recomendación, hazte con uno de cada, y prueba. Eso sí, no te gastes mucho. Los orinales musicales, de personajes Disney, etc. son ideales, pero es una herramienta transitoria… Puedes invertir en ello lo que quieras, pero en mi opinión, no es necesario gastarse 50€ (!!!) en un orinal habiendo opciones por unos 5-6€. Lo único que os recomiendo es que no pongáis el orinal en un sitio que no sea el baño, ya que estás en plena operación, hazlo bien, y ponlo en su sitio “como mamá y papá”.

Imagen de Darren. Usada bajo licencia Creative Commons https://www.flickr.com/photos/darrenkw/3905562949/
Imagen de Darren.
Usada bajo licencia Creative Commons
https://www.flickr.com/photos/darrenkw/3905562949/

Escalón: Pues estoy editando este post, porque una amiga (¡¡Gracias Ana!!) me ha recordado el escalón para que los peques lleguen. Se me había pasado completamente porque nosotros tenemos uno bajísimo que no usamos… Por cosas del destino, no me compré uno ideal de altura en su momento en el hipermercado y no lo han vuelto a traer y el que tenemos no nos vale. ¿Veis? ¡Otro error de mami novata: no buscar un escalón de la altura adecuada! Eso sí, medid antes la altura al inodoro, no os vaya a pasar como a mí que acabéis con uno demasiado bajo!

Braguitas y calzoncillos: ¿Cuántos necesito? Miles. No, ahora en serio, entre los que te dejas en la bolsa para salir a la calle (ya os enseñaré la mía en mi siguiente post), los que están en la lavadora, los que te dejas en un sitio u otro de la casa por si hay accidentes y tal… Creo que unas 21. Sí, parecen muchas, ¡¡pero acabarás usándolos todos!! ¡Y querrás tener alguno en el cajón por si hay un día loco!

Foto de Tim Johnson, usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/30095567@N00/485076024/
Foto de Tim Johnson, usada bajo licencia Creative Commons. https://www.flickr.com/photos/30095567@N00/485076024/

Y ahora os voy a hablar de lo que será vuestro mejor amigo… El spray desinfectante sin lejía. Hay muchas marcas y opciones en el mercado, tanto de marcas conocidas como de marcas blancas. ¡Hazte con uno! En serio, lo usarás. A diario, para limpiar el orinal o el reductor, para los escapes en medio de la cocina… buff, mejor no entro en detalles ¿no?

Pues nada, eso es todo por hoy, en mi próximo post os enseño mi bolso con mis imprescindibles para salir a la calle con un peque en plena operación pañal y no morir en el intento.