En estas últimas semanas hemos tenido varias experiencias que me han llevado a hacer una pequeña reflexión…
¿Qué esfuerzos hacemos para no transmitirles nuestros temores a nuestros hijos?
El otro día en Burrolandia, vi a padres dando pequeños gritos y apartándose bruscamente cuando se acercaba un burrito, y en Faunia mi madre les decía a mis hijos que les tuvieran miedo a los cocodrilos…

Yo no quiero que ellos crezcan con mis miedos. Soy consciente que tendrán miedo muchas veces, pero ¿acaso quiero que tengan miedos heredados? Mi respuesta es no.
Por eso, cada vez que veo un bicho en mi jardín, cojo nuestro bote de entomólogos-exploradores (un bote de cristal con la tapa agujereada) y hago de tripas corazón para cazar al bicho de turno. Tengo un pánico atroz, lindando con la estupidez, a los bichos… Lo confieso. Pero no quiero que ellos se pasen la vida subiéndose a la primera silla que encuentren cada vez que vean algo moverse en el jardín.



¿Vosotros qué pensáis? ¿Hay algún miedo / fobia que intentéis superar por vuestros hijos? ¡Comentad más abajo y perdonad el momento filosófico de andar por casa!
Me parece una gran idea!!
Aunque lo de los cocodrilos lo entiendo, jajaj. y por cierto,…que bichos tienes en el jardín?? si parece un zoológico 😛
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Ya te digo!!! Hay mucho bicho, pero es normal, ha llovido un poco hace unas semanas y ahora hace calorazo… Pues todos los bichos están como locos! Y eso que no veo ni la mitad, no quiero ni pensar en lo que no veo! Aaaaiiisssh!
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