Confesión de una adicción…

… lo confieso… soy adicta a los helados. Súper adicta. Cualquier cosa en formato congelado, sea un cubito de hielo o un helado me tira. 

Pero… ¿qué pasa cuando le diagnostican una alergia a la proteína de vaca a una adicta a los helados? Pues que el mundo se te viene encima, eso pasa. Porque resulta que (casi) todos los helados tiene leche, hasta los sorbetes, los helados de soja dejan un sabor de boca un pelin extraño (y tampoco quiero abusar de la soja)… hay unos de arroz de leche o coco que están ricos pero son caros no, lo siguiente.

Así que solo me ha quedado la opción de preguntarle a San Google que todo lo sabe para encontrar una opción sana y sin leche para no morir en verano. Y ahí es donde entra el NoHelado!

¿Cómo se hace?

Congela unos plátanos maduros, de esos que ya están pasaditos.

Mete los plátanos en la termomix o batidora de vaso y dale caña, verás que va cambiando de textura hasta volverse súper cremoso! 

Los plátanos tienen que estar congelados al menos 5 horas, yo los voy guardando según se me van  estropeando y así siempre tengo un pequeño alijo. 

Luego añade la fruta que quieras, fresca o congelada, o fideos de colores o lacasitos si tienes el día más «gocho». Si eres de diente muy dulce, puedes echarle un poco de azúcar al gusto, pero si te has pasado al NoHelado casi mejor que te lo saltas y te guardas ese azúcar para otro capricho. 

A los niños les chifla y se lo puedes dar sin remordimientos, porque es todo frutita rica! 😉

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